LA TRAMPA DEL "LIBRE ALBEDRÍO"
El libre albedrío ni existe, ni ha existido en lo que conocemos como la historia del hombre...
Hemos respondido a programas donde, nuestra elección, ya estaba pre-determinada por un programa que se activó en atención a una "necesidad de otro programa", que a su vez respondía a otra programación, aun más oculta en las capas que conforman "la cebolla", que representa nuestros distintos umbrales del inconsciente.
Para empezar, no existe el "libre albedrío" porque el albedrío, por si mismo, ya contiene esta cualidad de libertad, que parece anteponerse como una redundante pre-tensión, para tapar el verdadero sentido del término a secas, "ALBEDRÍO".
El término "libre", aparece ante-puesto quizás como la pretensión remarcada de la ausencia de verdadero "albedrío", pues su carencia trampea, en su vacío, esa anteposición de "libertad", que inevitablemente redunda y a la vez invalida su sentido original.
El sentido más puro del término "Libre", proviene del latín "Liber", que a su vez deriva del latín antiguo "Loebesus" y "Loebertas", que hacen referencia inequívoca al dios itálico del vino "Loebasios". coincidiendo con idéntica raíz en "Loibé" del griego; y todos a su vez determinando al verbo "leibe": Verter, Derramar...
Igualmente se relacionan "Liber" y "LIBIDO", que identifican de forma expresa al concepto de "esclavo libre", (aquellos esclavos liberados que actuaban movidos por su irrefrenable necesidad de placer y "voluntad"):
Es decir, aquellos movidos por la pura exigencia de un PROGRAMA.
El verdadero albedrío se conseguirá cuando el término se utilice desvinculado de su inseparable pre-tensión programada. Pues el albedrío consiste precisamente en ejercer el derecho primordial de NO-elección programada, o "elección consciente", una vez conocido el hecho irrefutable de que "libre", identifica una necesidad programada desde la "necesidad compulsiva de un esclavo", y que de "libre", el albedrío entonces no tiene nada de nada.
El albedrío, a fecha de hoy, se encuentra pues condicionado por la elección pre-instalada (libre), de todo aquello que responderá a una programación ajena a la pulsión más elemental, que conforma y da pleno sentido al universo:
LA EVOLUCIÓN CONSCIENTE.
La única libertad real, será adquirida a través del proceso consciente que otorga la certeza de que, primero y antes que nada, no-somos libres, y segundo, que comenzaremos a serlo cuando dejemos de pretender esa libertad, que siempre estará condicionada por una programación instalada en nuestro inconsciente.
Tener Albedrío es desprenderse de toda programación.
Ser libre, es tan solo la pre-tensión de una máscara que se siente encarcelada.
Practica el albedrío, a secas, y estarás conectado con el universo.
- José Vaso -