LA SOMBRA DEL COLECTIVO Y LOS SUCESOS DEL MUNDO
La incomprensión sobre la relación inseparable entre la sombra que opera en el inconsciente colectivo y los sucesos del mundo, (en especial aquellos que más detesta el colectivo), ha dado lugar a un fenómeno tan sólido como perseverante:
Los sucesos del mundo serán utilizados por la sombra para succionar energía emocional con efectiva facilidad de forma recurrente.
Los medios de comunicación de masas han sido intervenidos por esta sombra inevitable, de forma tan previsible como magistral, para gestionar, desde su ventajosa posición resguardada en la oscuridad, los residuos emocionales de la mayor parte de la población, que aún se cree separada de su parte sin embargo más activa.
Dícese, la sombra de la que hablamos.
Si sobre el peso de las conciencias en la sombra recae, (por estar todos incluidos en un Campo Unificado imposible de separar), las atrocidades que laten de forma constante en un mundo tan desnaturalizado como enfermo, se utilizarán rostros visibles o causas que harán de cebo para que la presión interior general se desfogue, en un efecto repetido desde los tiempos donde fue, el propio pueblo, quien asistía con fervor a los linchamientos públicos, "exigiendo justicia"...
Nada demasiado lejano de situaciones que se repiten en el marco de la "más rabiosa actualidad", donde se insiste en exigir justicia por cualquier causa puntual: bien sea un crimen televisado, un atentado por parte de los malos o una manifestación por los derechos de los oprimidos, sean gays o lesbianas, machistas o feministas, convencidos o replicadores empedernidos.
Es así como la sombra actúa con total impunidad, una y otra vez, manejando a capricho a los colectivos desvinculados; "carne de cañón", para cuantas operaciones "tele-dirigidas" se le antojen.
Jugando al despiste con la ley universal de causa-efecto y la apropiación sistemática de los albedríos, (cedidos por abandono y omisión de cada uno de los formantes-adoctrinados), se recrean de manera continuada escenarios variopintos de toda índole, desencadenando todo tipo de reacciones viscerales entre la inconsciente población; dividiendo y haciendo el agosto en función de sus precarios intereses
Básicamente, todo consiste en confundir y jugar con las emociones descarriadas, (producto de tan arcaica separación), recreando la angustiosa sensación de una terrible maldad, incontrolada e insostenible, que se manifiesta como una bestia indómita ante los horrorizados ojos del grueso de la población.
"Estando perfectamente convencidos de que ese horror no les corresponde".
Así, se sumirán en estados de rabia, ira, desespero y frustración, al ver los resultados manifiestos de tan "desgarradora rueda macabra".
Creyendo que si no reaccionan, serán tan insensibles como aquellos que parecen serlo a juzgar por sus "inexplicables actos".
Convencidos de ser de gran utilidad, cuando de exasperarse y enfrentarse al mal general se trata, (o a la causa de turno), sin darse cuenta que solo replican como autómatas ante los parámetros establecidos, conformando esto un sistema tan antiguo como exitoso, a pesar de la histórica futilidad e inoperancia total de semejantes reacciones entre el colectivo.
Paralelamente y contando con los cambios de forma que, --de manera dosificada y a través de la línea temporal--, se han ido implementando como sistema-recompensa, todavía quedarán complacidos con la ilusión y el delirio de los "avances conseguidos", en un mundo donde en el fondo todo continúa estando exactamente igual, ya que el sistema por el momento siempre prevalece.
-José Vaso-